inicio

ECO Y NARCISO (Pedro Calderón de la Barca)

-



Eco y Narciso (William Waterhouse, 1903)



Pedro Calderón de la Barca: Eco y Narciso
Por Lola Montero Reguera (Centro Virtual Cervantes)


El 12 de julio de 1661 se representó por vez primera Eco y Narciso, drama escrito por encargo real para ser incluido en las fiestas de celebración del décimo cumpleaños de la Infanta Margarita, en el Retiro. Representado por la compañía de Antonio Escamilla, a la que ayudó la de Sebastián de Prado para los sainetes y la loa, tenía, además, música de Juan Hidalgo. Calderón recoge en Eco y Narciso la fábula narrada por Ovidio (Metamorfosis, III), dejando a la posteridad uno de sus dramas mitológicos más hermosos y sugestivos. Valga como muestra la declaración de amor de Eco a Narciso que aparece en la jornada II:


Eco
(cantando) Bellísimo Narciso
que a estos amenos valles
del monte en que naciste
las asperezas traes,
mis pesares escucha,
pues deben obligarte,
cuando no por ser míos,
sólo por ser pesares.
Amor sabe con cuánta
vergüenza llego a hablarte,
y no dudo ni temo
que tú también lo sabes,
si atiendes los colores
que en el rostro me salen,
la púrpura y la nieve
variada por instantes,
porque en cada suspiro,
que en efecto son aire,
camaleón de amor
se muda mi semblante.
Desde el primero día,
que al monte fui a buscarte
y te hallé la primera
entre sus soledades,
mi vida a tu hermosura
rindió sus libertades,
haciendo tu extrañeza
de mi altivez donaire,
que, aunque estaba tan bruto
entonces el diamante
de tu pecho, ya daba
muestra de sus quilates.
Eco soy, la más rica
pastora destos valles.
Bella decir pudieran
mis infelicidades,
que de Amor en el templo,
por culto a sus altares,
de felices bellezas
pocas lámparas arden.
Todo aquese océano
de vellones que hace,
con las ondas de lana,
crecientes y menguantes,
deste aquella alta roca
hasta este verde margen,
esmeraldas paciendo
y bebiendo cristales,
todo es mío. No hay
pastores que lo guarden
que a mis sueldos no vivan
atentos y leales.
Todo a tus pies lo ofrezco;
y no porque a rogarte
lleguen hoy mis ternezas
imagines que nacen,
en la constancia mía,
de usadas liviandades:
supuesto, bello joven,
que no puede obligarme
sino es de ser tu esposa
a que mi amor declare,
porque tengas en mí,
siempre firme y constante,
un alma que te adore,
un pecho que te ame,
una fe que te estime,
un nudo que te enlace,
atención que te sirva,
amor que te regale,
deseo que te obligue,
cuidado que te agrade.
Y si estos rendimientos
no pueden obligarte,
triste, confusa, ciega,
muda, absorta, cobarde,
infelice, afligida
me verás entregarme
tanto a mis sentimientos
que en quejas lamentables
el aire confundido
de mis voces se alabe
porque Eco enamorada
se ha convertido en aire».
(Tomado de: Pedro Calderón de la Barca, Eco y Narciso. Edición de Charles V. Aubrun, París: Centre de Recherches de L'Institut D'Études Hispaniques, 1963, pág. 42-43)



Pedro Calderón de la Barca
Eco y Narciso, 1661




______

Ver obra completa en

Biblioteca Digital Hispánica
pinchando aquí

en Google book
pinchando aquí



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.

Entradas relacionadas

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...